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Educomunicar la crisis climática

La responsabilidad social de los medios de comunicación con respecto a la crisis climática es indudable, como también lo es su contribución a la Education for Environmental Citizenship, que busca desarrollar en la ciudadanía las competencias necesarias para una implicación cívica activa y crítica en este problema de dimensiones globales.

Sonia Parratt, María Ángeles Chaparro, Montse Mera y Javier Mayoral han creado una guía con el objetivo de fomentar una cobertura mediática del cambio climático desde la perspectiva de la educomunicación, término que alude a promover el conocimiento, el interés y la implicación de la sociedad frente al problema climático. La guía contiene estas recomendaciones dirigidas a responsables de medios de comunicación y a periodistas:

  1. Promover que la crisis climática se trate como un tema transversal incrementando su presencia en todas las secciones de los medios, puesto que sus efectos son multidimensionales.
  2. Recurrir más a géneros interpretativos y aumentar tanto la información propia frente a la procedente de agencias como el uso de fuentes científicas frente a las institucionales.
  3. Poner en contexto el fenómeno climático y hacer más hincapié en sus causas y en la responsabilidad del ser humano, no solo en sus efectos ya irreparables, para evitar el catastrofismo.
  4. Cuando sea necesario transmitir cuestiones técnicas o abstractas, incluir explicaciones sencillas y utilizar ejemplos ilustrativos.
  5. Ofrecer más información de proximidad, que ayuda a relacionar el problema climático con el entorno más cercano y a tomar conciencia de la necesidad de introducir cambios en los hábitos cotidianos.
  6. Priorizar, cuando sea posible, el periodismo constructivo o de soluciones mediante enfoques más positivos que catastrofistas. Es decir, transmitir que “todos/as podemos hacer algo”.
  7. Ofrecer orientaciones concretas sobre cómo actuar de forma individual frente al fenómeno climático: “qué puedo hacer yo”.
  8. Aprovechar las herramientas que ofrecen las nuevas tecnologías para presentar contenidos de formas novedosas, como recursos multimedia y formatos interactivos.
  9. Incrementar la actividad en redes sociales, donde los periodistas consiguen un gran número de interacciones con respecto al tema climático y, por tanto, pueden desempeñar un importante rol educomunicador.
  10. Ofrecer a los periodistas oportunidades de formación y especialización en la materia, dada la complejidad y la envergadura de la crisis climática.
  11. Mejorar el contacto y el diálogo con investigadores que estudian la comunicación del cambio climático.

El contenido de esta guía forma parte del proyecto Cambio climático y participación social: la contribución de los medios de comunicación y sus redes sociales a la implicación ciudadana (PR108/20-21), dirigido por Sonia Parratt y financiado por Santander-Universidad Complutense, cuyos resultados principales se recogen en el libro Educomunicar el cambio climático. Contribuciones desde los medios de comunicación (Tirant lo Blanch, 2022).

Para seguir leyendo, descarga el artículo completo en PDF.

Créditos y autores:
  • Sonia Parratt

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El impacto desigual de la crisis climática

Índice

  1. El cambio climático: qué es, causas y consecuencias
  2. ¿En qué nos afecta el cambio climático?
    1. Cambio climático: ¿un problema igual para todos y todas?
    2. ¿Contribuye el cambio climático a la desigualdad social?
  3. ¿Cómo combatimos el cambio climático?
    1. ¿Cómo se planta cara al cambio climático desde los Gobiernos?
    2. ¿Qué p hacer vos por ayudar al planeta?
      1. En tu casa
      2. Cuando cocinás
      3. Al desplazarte

1. El cambio climático: qué es, causa y evidencias

Inviernos menos fríos, una primavera más corta, cambios muy bruscos en el clima… Seguro que te suena, ¿verdad? A día de hoy, seguro que te diste cuenta de que las estaciones ya no están tan bien delimitadas como antes o de que las precipitaciones, por ejemplo, siguen patrones diferentes a los que seguían hace varias décadas.

Todo esto es consecuencia directa de lo que conocemos como cambio climático: se trata de un cambio en el clima que se produce por causas naturales, pero que también podemos atribuir, directamente, a la actividad humana. Y es una amenaza real para el planeta.

En un estado natural, la temperatura del planeta se mantiene gracias al equilibro entre tres factores: el efecto invernadero, que regula el calor que retiene la atmósfera; la variación de la cantidad de energía que llega a la Tierra procedente del Sol; y los cambios que hacen que la atmósfera refleje más o menos calor hacia el espacio. Los cambios en estos tres puntos hacen que el clima vaya variando a lo largo de los siglos, pero el problema real empieza cuando, por culpa de la actividad humana, modificamos alguno de ellos de una forma artificial.

Estas modificaciones se deben a que estamos vertiendo a la atmósfera una cantidad de gases de efecto invernadero mucho mayor de la que puede eliminar y, por tanto, se acumulan y provocan un aumento de las temperaturas, cambios en las precipitaciones y un aumento de los desastres naturales.

Los problemas a los que se enfrenta el planeta si no aunamos esfuerzos por detener el cambio climático son muchos y muy variados, y podrían agruparse en cuatro grandes bloques:

  • Deshielo y aumento del nivel del mar. El aumento de las temperaturas globales está provocando que los hielos perpetuos del Polo se derritan y, por tanto, aumente la cantidad de agua de los océanos. Pero también se están derritiendo las zonas glaciares de otros puntos del mundo, como Latinoamérica. Esto significa que, si no ponemos freno a la situación, muchísimas islas y ciudades costeras desaparecerán durante las próximas décadas.
  • Efecto sobre la agricultura y la pesca. Los cambios en el clima provocan daños en las cosechas: no solo por unas temperaturas más altas, sino porque se producen más sequías, más inundaciones y más desastres naturales. Además, los bancos de peces se ven afectados por cambios en las corrientes marinas y en su medio de vida, poniendo en peligro su subsistencia.
  • Enfermedades y plagas. Unas temperaturas más cálidas en todo el mundo hacen que enfermedades de carácter tropical encuentren nuevas zonas donde expandirse. Es el caso del dengue o la malaria, por ejemplo: enfermedades casi desconocidas en los países desarrollados y que podrían causar catástrofes entre la población con mucha facilidad.
  • Daños sobre la biodiversidad. Los cambios de temperatura y de precipitaciones hacen que muchísimas especies, animales y vegetales, estén en riesgo de desaparecer: es el caso de los osos polares, tal vez el más famoso, pero también el de muchas especies que subsisten en
    ecosistemas con características cada vez menos definidasa las que no tienen tiempo de adaptarse.

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Créditos y autores:

  • OXFAM Argentina

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Periodismo y cambio climático

El objetivo de esta guía para periodistas es presentar una serie de reflexiones y recomendaciones para incluir el enfoque de salud en las noticias y las historias sobre cambio climático que se difunden en los medios de comunicación.

Este documento propone un recorrido a partir de la experiencia de un conjunto de periodistas de América Latina de destacada trayectoria en diferentes campos de especialización (periodismo de ciencia, de salud, de datos y de energía), quienes reflexionan acerca de su propia práctica y, de manera generosa, comparten saberes y aprendizajes con sus colegas. Las diferentes secciones de la guía contienen ideas, consejos y herramientas útiles para incorporar el enfoque de salud a la cobertura sobre cambio climático desde el momento inicial en el que se propone un tema o se concibe una historia.

En Salud sin Daño, esperamos que esta guía sea de utilidad para periodistas y editores, y que permita enriquecer, expandir y fortalecer la cobertura sobre cambio climático desde un enfoque de salud con una mirada amplia: no solamente cubrir los impactos, sino también abordar las soluciones vinculadas con la acción climática desde una perspectiva que incluya los beneficios asociados para la salud y el bienestar de nuestras comunidades.

Contenidos de la guía:

  1. El enfoque de salud en las noticias sobre cambio climático: oportunidades y desafíos (por Carolina Gil Posse)
  2. Herramientas desde el periodismo de ciencia (por Juan Mayorga, Aleida Rueda y Yanine Quiroz)
  3. El desafío de encontrar historias escondidas en datos (por Damián Profeta)
  4. Recomendaciones desde el periodismo de salud (por Roxana Tabakman)
  5. El costo oculto de la energía: impacto y cobeneficios en la salud (por Pilar Assefh)

El enfoque de salud en las noticias sobre cambio climático: Desafíos y oportunidades

En el año 2015, una comisión multidisciplinar e internacional creada por la prestigiosa revista médica The Lancet se propuso investigar cuáles son los impactos del cambio climático sobre la salud de las personas y cuáles deben ser las políticas necesarias para garantizar la salud para las poblaciones de todo el mundo en este contexto. Como resultado de ese trabajo, la comisión elaboró un informe en el que señala que el cambio climático amenaza las mejoras en salud pública alcanzadas durante los últimos 50 años. Al mismo tiempo, lejos de ser apocalíptico, advertía que una respuesta concreta y urgente para enfrentar el cambio climático podía ser la mayor oportunidad para la salud global del siglo XXI (Watts et al, 2015).

El 12 de diciembre de ese mismo año, en París, 197 países alcanzaron un acuerdo histórico para combatir el cambio climático, en el marco de la 21° Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas contra el Cambio Climático (CMNUCC). Meses después de ese anuncio, en junio de 2016, Christiana Figueres —quien por entonces era la secretaria ejecutiva de la CMNUCC— pronunció un discurso ante la 69ª Asamblea Mundial de la Salud, el órgano decisorio de la Organización Mundial de la Salud, en el que sostuvo que el Acuerdo de París era “en realidad un acuerdo sobre salud pública”.

Desde inicios de este siglo, ha aumentado el interés de la comunidad científica en estudiar los impactos del cambio climático sobre la salud de las personas. Ya en 2001, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático —IPCC, por sus siglas en inglés— publicaba su Tercer Informe de Evaluación, en el que aseguraba que “el cambio climático mundial tendrá diversos impactos sobre la salud humana” (IPCC, 2001, p. II.44):

Los cambios en las frecuencias de calor y frío extremos, las frecuencias de las inundaciones y las sequías, y el perfil de los aeroalérgenos y la contaminación en el aire local afectarían directamente a la salud de la población. Otros impactos para la salud provendrían de los efectos del cambio climático en los sistemas ecológico y social. Estos efectos incluirían cambios en los brotes de enfermedades infecciosas, la producción local de alimentos y la desnutrición, y diversas consecuencias para la salud provenientes de los desplazamientos de la población y la desorganización económica. (IPCC, 2001, p. II.44)
Entre 2007 y 2016, se triplicó la cantidad de investigaciones sobre salud y cambio climático publicadas en revistas científicas en inglés (Watts et al, 2018). Entre los impactos identificados por la ciencia, figuran el aumento de la exposición a enfermedades tropicales transmitidas por vectores, una mayor exposición a olas de calor y el aumento de la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, entre otros (Programa de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente, 2016; Vergara et al, 2014). A su vez, según The Lancet, “los síntomas humanos del cambio climático son indiscutibles y potencialmente irreversibles” (Watts et al, 2018, p. 581).
Históricamente, el cambio climático ha sido presentado como un problema ambiental —más recientemente, como un problema político—, pero no como un problema de salud pública. Desde las ciencias sociales, se estudia con mucho interés la manera en que se comunica un determinado tema debido a las consecuencias que esa decisión conlleva: mediante el marco que se elija —ya sea intencionalmente o no—, se estarán enfatizando ciertos aspectos del problema por sobre otros, “lo que crea un contexto determinado para la percepción del tema y la discusión alrededor de sus causas, sus riesgos y acciones de políticas posibles, además de costos y beneficios que puedan resultar de esas acciones” (Myers et al, 2012).
En los estudios de comunicación, existen diferentes definiciones para entender de qué hablamos cuando decimos encuadre —o framing, en inglés—. Una de las definiciones más citadas es la de Entman (1993), quien explica que encuadrar es “seleccionar algunos aspectos de una realidad que se percibe y darles más relevancia en un texto comunicativo, de manera que se promueva una definición del problema determinado, una interpretación causal, una evaluación moral y/o una recomendación de tratamiento para el asunto descripto” (Aruguete, 2011, p. 70).
Si pensamos en la manera en que se comunica el cambio climático, existen diferentes enfoques que permiten enfatizar ciertas dimensiones por sobre otras. Ante el aumento de la evidencia científica acerca de los impactos del cambio climático sobre la salud de las personas, profesionales de la ciencia y la medicina han alzado la voz para promover una transformación de la narrativa y posicionar al cambio climático como un problema de salud pública (Frumkin et al, 2008). A la vez, algunas investigaciones sostienen que poner el foco en los cobeneficios de la acción climática en favor de la salud de las comunidades puede incluso ser más eficiente para generar un mayor compromiso de parte de las audiencias (Maibach et al, 2010; Myers et al, 2012).

La cobertura en América Latina

Gracias a los datos de Radar Climático, un observatorio que monitorea la cantidad de noticias sobre cambio climático que se publican en 50 medios de 13 países de América Latina —Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela—, es posible observar algunas tendencias en la cobertura en nuestra región.
En octubre de 2020, de un total de 153.641 noticias analizadas, solamente el 1,1 % estuvieron relacionadas con el cambio climático: 0,98 % lo mencionaban, mientras que en el 0,12 % era el tema principal. Estos valores son similares a los del resto de los meses de 2020 y 2019 relevados, salvo por algunas pocas excepciones. Por ejemplo, en septiembre de 2019, las protestas encabezadas por jóvenes y la Cumbre del Clima convocada por la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York impulsaron una mayor cobertura a nivel regional: del total de las noticias relevadas, 1,94 % estuvieron relacionadas con el cambio climático (1,58 % lo mencionaban, mientras que en el 0,36 % era el tema principal).
Para los medios de comunicación, la cobertura del cambio climático presenta algunos desafíos: por ejemplo, el foco puede estar puesto en la urgencia que se necesita para enfrentar el problema —“Quedan 3 años para salvar al mundo” (Aizen, 2017)— o en los beneficios de la acción climática —Lucha contra cambio climático favorecería crecimiento económico de los países (Soto, 2017)—. A la vez, es interesante explorar los diferentes enfoques utilizados para construir las noticias sobre cambio climático.
Existen diversas maneras de estudiar el encuadre de las noticias: desde una perspectiva de análisis formal-estilística, hasta aquella que está orientada al contenido, tanto en términos generales como específicos de un determinado tema (Schäfer y O’Neill, 2017). En el caso del cambio climático, es interesante estudiar los encuadres noticiosos específicos, ya que “retratan aspectos típicos de los eventos o temas, y permiten que éstos sean abordados en detalle, con un alto grado de especificidad” (Aruguete, 2011, p. 74). En este sentido, es posible hacer un recorrido por algunas investigaciones que permiten observar ciertas características de la cobertura sobre cambio climático en los medios de comunicación de América Latina.
Por ejemplo, un estudio que analizó cómo es la cobertura en cuatro medios digitales de Chile concluyó que la manera en que esos medios abordan el tema no refleja la discusión acerca de la adopción de un modelo alternativo de desarrollo, lo que favorece la postura discursiva de las élites con respecto al cambio climático (Hasbún-Mancilla et al, 2017). Otra investigación, que relevó la cobertura sobre cambio climático que realizaron ocho diarios de Perú en el contexto de la V Cumbre de Jefes de Estado de América Latina, el Caribe y la Unión Europea en 2008, encontró que las fuentes citadas eran principalmente de gobierno, mientras que los encuadres que prevalecieron fueron el político, el de los efectos y el de las soluciones (Takahashi, 2010).
A la vez, es interesante explorar los resultados de un estudio cualitativo sobre la comunicación del cambio climático en Argentina, que incluyó entrevistas a periodistas que cubren habitualmente el tema. En sus testimonios, explican las dificultades que tienen que enfrentar para lograr convencer a sus editores acerca de la importancia del tema, lo que hace que la cobertura quede relegada a las cumbres internacionales o a ciertos hechos no previsibles, como inundaciones y otros eventos climáticos extremos (Mercado-Sáez y Galarza, 2017).
En cuanto a estudios comparativos, una investigación que analizó las noticias sobre cambio climático publicadas en cuatro diarios de Argentina, Brasil, Colombia y Estados Unidos sostuvo que el enfoque que prevalece en los diarios de Brasil y Estados Unidos —grandes emisores de gases de efecto invernadero— es aquel que presenta al cambio climático desde una perspectiva económica y que destaca los avances en mitigación, mientras que en Argentina y Colombia prevalece el enfoque que plantea la urgencia de actuar frente al cambio climático y que enfatiza sus consecuencias catastróficas (Zamith et al, 2012). A la vez, un relevamiento de la cobertura de noticias sobre cambio climático en siete países de América Latina concluyó que “los planteos propositivos que aparecen en la prensa constituyen respuestas genéricas y estandarizadas en las que el periodismo alerta sobre la gravedad del problema sin señalar políticas demasiado específicas” (Kitzberger y Pérez, 2009, p. 46).

Para seguir leyendo, descarga la guía completa en PDF.

Salud sin Daño (2020). Periodismo y cambio climático.
Recomendaciones para la cobertura periodística desde un enfoque de salud.

Fuente original:
www.saludsindanio.org/cambio-climatico/guia-periodistas

Créditos y autores:

  • Carolina Gil Posse
  • Aleida Rueda
  • Juan Mayorga
  • Yanine Quiroz
  • Damián Profeta
  • Roxana Tabakman
  • Pilar Assefh