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Ruido Submarino como contaminante acústico marino

El problema del ruido submarino

El ser humano siempre ha asociado la palabra “ruido” con algo molesto, que puede generar estrés debido a su alto volumen. La exposición prolongada a una fuente constante de ruido puede incluso provocar daños a la salud. El ruido puede definirse como alteraciones, perturbaciones o interferencias que distorsionan el significado de un mensaje.

En nuestro día a día, estamos constantemente expuestos al ruido, ya sea en la calle o en el lugar de trabajo. Por ello, con el paso del tiempo, se han implementado diversas formas de “controlarlo” para minimizar sus efectos negativos sobre el oído humano.

Sin embargo, este problema no se limita al entorno terrestre; también está presente en los océanos. De hecho, en ciertos aspectos, el impacto del ruido en el medio marino resulta más grave por razones que se explican a continuación.

El problema del ruido submarino

Según la física, el sonido se propaga cuando las vibraciones de un cuerpo emisor se transmiten a través de un medio elástico, y luego son percibidas por un sistema receptor, como el oído. La diferencia clave radica en el medio de transmisión: la atmósfera, en la que vivimos los humanos, y el océano.

En el aire, la velocidad del sonido es de aproximadamente 340 m/s, mientras que en el agua salada puede alcanzar los 1,500 m/s y en el agua dulce, 1,435 m/s. Estas velocidades varían dependiendo de factores como la presión, la temperatura y la salinidad del agua.

visualización de cómo las ondas sonoras interfieren en la vida marina - Créditos: Nuestro clima

En el océano, existen fuentes naturales de ruido, como las olas, el viento y la lluvia. Sin embargo, la actividad humana ha introducido fuentes de ruido artificial que afectan negativamente a la fauna marina, particularmente a los mamíferos. Por ejemplo, el tráfico de embarcaciones no solo genera ruido, sino que también supone un peligro físico para estos animales.

El impacto del ruido humano en el océano

La generación de ruido artificial por parte de los humanos ha aumentado significativamente con los años, ocasionando daños graves a la fauna marina. Aunque se ha comenzado a tomar conciencia sobre este problema, muchas actividades humanas comunes siguen impactando de forma negativa a los mamíferos marinos.

El rango auditivo de estos animales es diferente al de los humanos, y dado que el sonido se propaga con mayor facilidad en el agua, las consecuencias pueden ser devastadoras.

Existen dos razones principales por las que no es posible transformar directamente los niveles sonoros del aire al mar:

  1. Densidad y velocidad del sonido. Las diferencias en la densidad y la velocidad del sonido en cada medio alteran la transmisión de la presión acústica. Para corregir este efecto, es necesario sumar 36 dB al nivel medido en el aire.
  2. Niveles de referencia. En el agua, el nivel de referencia es de 1 μPa, mientras que en el aire es de 20 μPa, lo que implica una diferencia adicional de 26 dB. En total, para expresar un nivel de ruido aéreo como equivalente en el agua, deben sumarse 62 dB.

El agua es un medio eficaz para la transmisión del sonido, permitiendo que recorra grandes distancias. En el medio marino, los sentidos como el olfato o la vista son menos relevantes, ya que muchos mamíferos marinos dependen del sonido para comunicarse, orientarse, buscar alimento o protegerse.

Un ejemplo de esto son las ballenas jorobadas, que emiten sonidos similares a melodías para comunicarse a kilómetros de distancia, ya sea para localizar presas, evitar obstáculos o alertar sobre peligros.

Eco localización y otros impactos en la fauna marina

La eco localización es una habilidad que poseen especies como los cetáceos dentados, por ejemplo, los delfines. Estos producen un sonido que se proyecta a través del agua y, al rebotar en un objeto sólido, genera una “imagen” mental que les permite detectar peligros, alimento o la presencia de otros animales.

Por otro lado, el ruido también tiene un impacto físico directo en las especies marinas. Por ejemplo, los peces poseen un órgano llamado vejiga natatoria, que les permite mantener la flotabilidad. Este órgano puede dañarse gravemente o incluso explotar debido a ruidos y vibraciones intensas.

Generación de ruido de embarcaciones grandes a través de la hélices - Créditos: Ecoportal

Los efectos de los ruidos generados por la actividad humana incluyen:

  • Alteraciones en los hábitos de comportamiento.
  • Cambios en la vocalización.
  • Desorientación.
  • Abandono de áreas habituales.
  • Pérdida auditiva.
  • Varamientos e incluso muertes.

Además, los principales puertos son fuentes significativas de ruido, debido a actividades como tronaduras, estudios geofísicos y tráfico marítimo.

Consecuencias para la biota marina

Un ejemplo notable del impacto acústico es el del camarón de roca (Rhynchocinetes typus). En los machos, el ruido constante puede afectar su desarrollo, reduciendo la calidad de sus huevos y disminuyendo la supervivencia de las generaciones futuras. Las hembras, expuestas a altos niveles de ruido, redirigen su energía hacia la reproducción, generando huevos más grandes pero descuidando funciones fisiológicas importantes.

Las frecuencias que no son habituales o que resultan particularmente intensas para las especies marinas pueden causar afecciones fisiológicas, incluyendo daños temporales o permanentes en la audición, así como desorientación y cambios de comportamiento que, en casos extremos, pueden llevar a la muerte.

Créditos y autores:
  • Mauricio De La Rosa
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Andes sin glaciares

El cambio climático ocasiona varios efectos en la Cordillera de los Andes, entre los que se destacan: aumento de las temperaturas, variación de las precipitaciones y derretimiento de los glaciares y nevados. “La temperatura aumenta y disminuye gradualmente y también hay patrones meteorológicos que ya no se dan como antes”, explicó Walter López, Gerente Regional de Recursos Naturales y Gestión Ambiental del Gobierno Regional de Junín. Según un informe publicado por la ONG Care Perú, titulado “Proyecto Multipropósito en Agua y Gestión Integrada de Recursos Hídricos”, la temperatura en la Cordillera de los Andes ha aumentado 0,78°C en los últimos 60 años. Además, según el IPCC, la temperatura podría seguir en aumento y llegar a entre 1,4°C y 5,8°C durante los próximos años, dependiendo de la cantidad de Gases de Efecto Invernadero que se emitan.

Este aumento de temperatura, ha ido alterando los procesos productivos de las comunidades campesinas, que son productores de alimentos. “Por un lado han ido detectando que hay un desorden del clima, hay temporadas donde hay menos agua, hay temporadas dónde hay demasiada agua, la temperatura se eleva, hay granizadas repentinas y definitivamente ese desorden perjudica al sistema de producción del campo, tanto a la ganadería como a la agricultura” indicó Daniel Torpoco Rojas, miembro de AgroRural, institución que depende del Ministerio de Agricultura del Perú.

Nevado Verónica (en quechua: Waqaywillki) - Abra Málaga, Cusco - Créditos: Sine Limes
Por otro lado, el cambio climático genera cambios en la intensidad y la cantidad de precipitaciones en la región. En los últimos años, las lluvias están disminuyendo y, al mismo tiempo, fenómenos meteorológicos extremos como fuertes tormentas, heladas, caída de granizo, etc., se intensifican. “Hay mayores precipitaciones en temporadas muy cortas. Antes las lluvias eran prolongadas y había un tema de infiltración, un tema de recarga hídrica. Lo que hoy día estamos viendo es mayor escorrentía por esa precipitación continua en temporadas muy cortas”, aseguró Abdías Villoslada Taipe, jefe de la reserva paisajística Nor Yauyos Cochas. Al mismo tiempo, agregó que las repentinas heladas y granizadas están afectando las principales actividades económicas de la población.
Asimismo, en los Andes del Perú, las temporadas de lluvia y de estiaje, que es la ausencia de precipitaciones, históricamente estaban bien marcadas cada año y, por ejemplo, los agricultores se guiaban por estas para realizar las cosechas y siembras de sus cultivos. Actualmente, las temporadas de lluvias se están retrasando y extendiendo cada vez más, lo que genera una gran incertidumbre en los pobladores de las comunidades campesinas a la hora de llevar a cabo la agricultura y la ganadería. “El periodo de lluvias, por ejemplo, antes era entre octubre y marzo. Actualmente ha variado, es de diciembre o enero hasta febrero o marzo. También el periodo de estiaje se ha ampliado”, expresó Walter López.
Según el Ministerio del Ambiente del Perú, las lluvias disminuirán en promedio hasta en 20% para el año 2030 en los Andes del sur del país. Pero, al mismo tiempo, estas serán cada vez más intensas y, en época de estiaje, cada vez en menor cantidad. Esto va a ocasionar mayor probabilidad de desastres naturales como crecidas de ríos, inundaciones, derrumbes o huaycos; y, por otro lado, una gran escasez de agua entre los meses de agosto y septiembre. “Hay regiones donde ya notamos un aumento o una disminución de precipitaciones, cambios en patrones de precipitación que pueden significar que hay que adaptarse a largo plazo a un mundo con menor o mayor disponibilidad de agua”, indicó Fabián Drenkhan, geógrafo e investigador y docente en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).

Desaparición del manto blanco de los Andes Peruanos

Por otro lado, como se mencionó, el cambio climático provoca el derretimiento de los glaciares. Este es uno de los principales impactos en la región ya que desencadenará una importante crisis hídrica en el país, la cual ya se está viviendo en diversas regiones específicas de los Andes y de la Costa Peruana. “En el año 62, registramos que las cordilleras con cobertura glaciar del Perú eran 20, con una superficie glaciar total de 2400 km cuadrados. Al año 2020, encontramos que solamente había 18 cordilleras, con 1050 km de superficie glaciar”, señaló Roque Vargas, funcionario del Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña -INAIGEM-. “Esto equivale a una pérdida o a un retroceso del 56% de toda la superficie glaciar del Perú en los últimos 58 años”, agregó.
Laguna "Lazo Huntay" y Nevado "Huaytapallana" - Área de Conservación Regional Huaytapallana - Créditos: Sine Limes
Hay varios factores climáticos que aceleran esta pérdida de masa glaciar, entre ellos está el aumento de la temperatura superficial, el cambio del ciclo hidrológico y un tema que está en plena investigación por parte de INAIGEM, denominado carbono negro, que tiene que ver con las partículas generadas desde la quema de biomasa por la actividad directa del hombre que se acumulan en la superficie glaciar. “La superficie de los glaciares es blanca y tiene un nivel de reflectancia conocido como albedo, el cual, al contaminarse con esas partículas, hace que los rayos solares ingresen con mayor intensidad sobre esta superficie glaciar y aumente la temperatura de esa capa de superficial, acelerando y sumando al proceso de retroceso”, explicó Roque Vargas.
El derretimiento de los glaciares está generando nuevas áreas que antes eran ocupadas justamente por los nevados. “son áreas que por primera vez se están poblando de vegetación en un proceso que se llama sucesión vegetal, que es un proceso bastante lento”, indicó Fabián Drenkhan. Por otro lado, el retroceso glaciar ocasiona cambios en la oferta hídrica, influyendo directamente en los ecosistemas de los Andes. Por ejemplo, se genera la formación de lagunas de origen glaciar, las cuales en su mayoría son altamente peligrosas. INAIGEM ha identificado un total de 57 lagunas peligrosas a nivel nacional distribuidas en todas las cordilleras, las cuales necesitan no solamente ser identificadas o monitoreadas, sino también se debe proponer obras de seguridad.
Estas nuevas lagunas de origen glaciar pueden ser vistas como una oportunidad y como un riesgo a la vez. Oportunidad en el sentido de que son pequeños cuerpos hídricos que pueden servir como reservorios de agua para actividades agrícolas o para el consumo humano. Por otro lado, según expresó Fabián Drenkhan, pueden representar fuertes riesgos a nivel de lagunas que crecen tan rápidamente y son tan inestables que en algún momento pueden generar un aluvión, es decir, un desborde de una laguna glaciar que puede ser catastrófico. Casos como estos ya han ocurrido en la historia del Perú, siendo el más representativo el desborde de la laguna Palcacocha, en Huaraz en el año 1941, el cual destruyó la tercera parte de la ciudad y ocasionó cientos de muertes.

Impactos directos del cambio climático en los Andes

Lo mencionado anteriormente está generando ciertos impactos que modifican el día a día de la población andina del Perú. Uno de los más significativos es el impacto sobre el agua. En diversas regiones del país ya se vive una fuerte crisis hídrica y, ante esto, la seguridad alimentaria de una parte de la población está en riesgo. “Un déficit hídrico significa que no tienes agua suficiente para todas las campañas agrícolas. Eso, adicionalmente a que ya se están reduciendo los espacios de tierras agrícolas por el cambio de uso del suelo, hace que entremos a un contexto de crisis alimentaria, que no va a garantizar suficientemente los alimentos para diferentes regiones del país”, aseguró Ana Espejo López, coordinadora Regional de Perú Conversa.

Esta crisis hídrica, sumada a los cambios de precipitación, aumentos de temperatura y retroceso glaciar, están ocasionando fuertes impactos sobre la agricultura y la ganadería de toda región Andina del Perú. En muchas partes de los Andes, ya se está dando la pérdida o migración de cultivos, la aparición de diferentes enfermedades y plagas tanto en vegetales como en animales, el sobrepastoreo de los camélidos sudamericanos y ovinos ante la falta de pastos naturales, etc. “Lo que sucede es que la agricultura y la ganadería dependen del clima y, por ejemplo, si hay lluvias intensas, las actividades agrícolas y ganaderas se afectan y esto hace que haya una pérdida de cultivos. Igualmente, si hay sequías, las afecta directamente. En los campos altoandinos, la mayor actividad agrícola depende de la lluvia. Al no haber lluvia no hay producción. Por otro lado, en lo que respecta a ganadería, en las zonas altoandinas cuando hay heladas y nevadas, los animales domésticos están siendo afectados porque hay mortalidad de sus crías cuando nacen”, señaló Walter López.
Laguna "Pultoc Grande" - Huancavelica - Créditos: Sine Limes
También se está viviendo una situación particular con las vicuñas, un animal silvestre originario y típico de la región altoandina, el cual se ve afectado por la disminución del recurso hídrico en las partes altas. Ante esto, las vicuñas migran en busca de agua a los abrevaderos de las alpacas y llamas, que son camélidos domesticados, contagiándose de enfermedades como la sarna. “Esto ha hecho que merme la población de las vicuñas en determinados espacios de la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas”, aseguró Abdías Villoslada Taipe.
Por otro lado, los impactos sobre la biodiversidad y los ecosistemas locales son inmensos. El aumento de la temperatura y la variación de las precipitaciones están afectando la composición de las praderas naturales y los bosques andinos, disminuyendo la calidad y cantidad de los pastos y de los humedales, como por ejemplo los bofedales. “Todas las zonas páramos se están viendo afectadas por un sobrepastoreo y por la erosión misma de los suelos, los cuales pierden cada vez más su capacidad nutritiva. Ante esto, muchas especies están en pos de desaparecer”, indicó Daniel Torpoco Rojas.
Por último, esto impacta directamente sobre los modos de vida y costumbres de la población local y las comunidades campesinas. En los últimos años, diferentes comunidades campesinas de los Andes han tenido que irse de su lugar de origen, o lo están haciendo gradualmente, debido, por ejemplo, a la falta de agua. La migración climática ya es una realidad en el país y esta situación podría empeorar en las próximas décadas. “Los fenómenos naturales y el contexto que vive el país, hacen que mucha gente migre a la ciudad en busca de nuevas oportunidades”, aseguró César Ipenza, abogado ambientalista. Por su parte, Ana Espejo López expreso que va a haber una migración inminente y una agudización de la pobreza y de las desigualdades. “Seguramente vamos a llegar a un momento de no retorno, qué es una grave amenaza país”, concluyó.
Frente a todos los impactos que ocasiona el cambio climático en los Andes del Perú y, teniendo en cuenta las medidas de adaptación y mitigación y los proyectos que ya se están llevando a cabo en la región, el futuro de la población andina, su biodiversidad y los diversos ecosistemas locales, es incierto. Según indicó Walter López, es muy importante que le demos mucha prioridad a la gestión integral del cambio climático, no solamente en el sector público sino también en el sector privado. “Es importante que estos cambios se puedan dar para evitar que en el futuro podamos estar viviendo migraciones, ecosistemas degradados, escasez de agua, etc.”, expresó. Lo único que resta, es actuar con urgencia y consciencia para tratar de contrarrestar esta situación y, si es posible, revertirla.

Créditos y autores:

  • Alejandro Russenberger
  • Lucie Touzi

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Comunidades Indígenas de Bolivia marcan un hito en la gestión forestal comunitaria y la protección del bosque seco Chiquitano.

150 mil hectáreas de bosque bajo uso y protección de la gestión forestal comunitaria en Bolivia.

El 23 de febrero del 2024, la Central Indígena de Comunidades Originarias de Lomerío (CICOL) celebró un logro trascendental en la gestión forestal comunitaria del Territorio Indígena de Monte Verde con la aprobación de los nuevos Planes de Manejo Integral de Bosques (PMIB). Estos planes aprobados por la instancia forestal boliviana (Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra) representan un avance significativo hacia el uso sostenible de 150 mil hectáreas de bosques, beneficiando a 29 comunidades indígenas Monkoxi asociadas a la CICOL.

La extensión de 150 mil hectáreas de bosque aseguradas por la CICOL en el Territorio Indígena de Monte Verde, equivale aproximadamente al tamaño de una ciudad como Barcelona o Hamburgo. En comparación, esta superficie boscosa en manos de un pueblo indígena de Bolivia supera la extensión de muchos bosques del continente europeo, siendo incluso mayor que el Parque Nacional de Białowieża, reserva natural enclavada en uno de los últimos bosques vírgenes de Europa. Este hecho resalta la magnitud del área bajo gestión forestal asegurada por la CICOL y su significativo impacto en la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas.

La aprobación de estos planes de manejo integral de bosques refleja un compromiso profundo de la CICOL con la gobernanza forestal y el acceso equitativo a los recursos naturales. Al basar su gestión forestal en el aprovechamiento maderable sostenible, no solo aseguran la sustentabilidad de sus
actividades, sino que también preservan el uso del suelo, la cobertura y los servicios ecosistémicos del bosque, así como los recursos hídricos y la biodiversidad en su territorio.

Anacleto Peña, Cacique General de la CICOL, destacó: “Nosotros garantizamos a largo plazo la gestión de nuestros recursos, pero también acceso a los beneficios. Para las comunidades es una oportunidad de tener un bosque asegurado, con un enfoque de conservación, pero también tener posibilidades de
mejorar sus condiciones de vida con el acceso a los recursos que se generan del aprovechamiento
forestal.”

Además de ser una fuente de ingresos, los PMIBs sirven para los pueblos indígenas como una herramienta técnica y estratégica para consolidar la soberanía territorial y proteger los bosques de intrusiones no deseadas. Esto debido a que el Estado Boliviano asume una responsabilidad con respecto a los PMIBs aprobados, incluyendo la garantía del cumplimiento de la legislación, supervisión de la implementación adecuada de los planes, protección de los derechos de los pueblos indígenas y una fiscalización activa en el territorio.

Manejo Forestal en Bolivia.
Fotógrafo: Miguel Manchego

El Instituto Boliviano de Investigación Forestal (IBIF), organización de la sociedad civil, ha demostrado también que la implementación de planes de gestión forestal, son barreras legales efectivas que disminuyen la expansión de la deforestación y degradación de recursos naturales efectuadas principalmente por los agronegocios y la ganadería extensiva. Al fortalecer la gobernanza forestal y garantizar el control comunitario sobre el uso de la tierra, los PMIBs son una salvaguarda vital para la
preservación de la biodiversidad y la integridad ecológica de la región. Por el contrario, han constatado que áreas de bosque que no son utilizadas bajo un instrumento de gestión forestal son más susceptibles a un cambio del uso del suelo, es decir, a sufrir un desmonte indiscriminado.

Fernando Rodríguez, Responsable de la Unidad Técnica Territorial (UTT) de la CICOL, enfatizó el aspecto
sobre la soberanía territorial y protección contra intrusiones no deseadas: “Con la aprobación de los PMIBs ya nosotros sentamos soberanía y respeto, porque impide hacer otras actividades dentro de estas áreas. El PMIB para nosotros tiene más blindaje que las Áreas Protegidas, porque en áreas protegidas de Bolivia todavía existen vulneraciones, avasallamientos y cambio de uso del suelo porque se permiten otro
tipo de actividades.”

Luis Alberto Gutiérrez, Cacique de Tierra y Territorio de la CICOL declara también su objetivo respecto a los PMIBs: “Nosotros hemos hecho los PMIBs para tener la conservación del bosque y que nadie lo destine para otros usos, serán usados solo para el aprovechamiento maderable y no maderable como
indica la norma, eso permite la conservación de esas áreas, que no se pueden tocar para la destrucción del bosque, esa es una protección que tenemos en nuestro territorio”.

Además de promover la conservación del bosque, los PMIBs abren nuevas oportunidades económicas
favorables para las comunidades indígenas al permitirles generar ingresos a través del aprovechamiento maderable sostenible, demostrando que el desarrollo económico y la conservación ambiental pueden
coexistir armoniosamente, brindando beneficios tangibles a las generaciones presentes y futuras. Esta práctica productiva no solo busca fortalece a las comunidades locales y mejorar su calidad de vida, sino que también promueve un futuro más sostenible para todos y el consumo responsable de productos del bosque.

El uso y protección de 150 mil hectáreas de bosque chiquitano por parte de las comunidades indígenas Monkoxi de Bolivia, ha sido posible gracias al esfuerzo y coordinación de su propia Unidad Técnica Territorial (UTT), un brazo técnico operativo que desde 2021 ha desempeñado un papel fundamental en todo el proceso de formulación de los nuevos PMIBs, garantizando la coherencia, la viabilidad técnica y la conformidad con las normativas forestales pertinentes. En conjunto con el Instituto Boliviano de Investigación Forestal (IBIF), la UTT ha logrado la aprobación de los PMIB Selva Grande y PMIB Cicol, representando un esfuerzo conjunto de la sociedad civil y el gobierno indígena territorial hacia la conservación y el desarrollo sostenible de la región.

Por otra parte, la incorporación de las 150 mil hectáreas de bosque bajo manejo forestal apoya al compromiso de los NDC que el país asume a nivel internacional. Las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) son compromisos climáticos nacionales establecidos por los países en el marco del Acuerdo de París; como soluciones para cumplir el objetivo de limitar un aumento medio de la temperatura mundial a 1,5 ºC, contribuir a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y a la adaptación al impacto climático. Entre las medidas específicas relacionadas con los bosques que Bolivia ha incluido en sus NDC se encuentran la reducción de la deforestación y degradación de los bosques; promoción de prácticas forestales sostenibles; y mantenimiento de la cobertura forestal para asegurar la capacidad de absorción de carbono de los bosques. Medidas que son todas adoptadas e impulsadas en los PMIBs reconociendo el papel fundamental de las comunidades indígenas en la gestión de los recursos forestales.

Para seguir leyendo, descarga el artículo completo en PDF.

Calentamiento Global
Imagen de: @kazuend de unsplash..

La implementación exitosa de Planes de Manejo Integral de Bosques (PMIBs) no solo representan un compromiso firme con la conservación de la biodiversidad, los servicios y valores del bosques en Bolivia,
sino también ofrecen un modelo inspirador de gestión comunitaria que puede servir de ejemplo a nivel internacional. Al empoderar a las comunidades indígenas para proteger y utilizar de manera sostenible sus recursos naturales dentro de sus territorios, no solo se pueden aseguran la preservación de los
ecosistemas forestales, sino que también promueven el desarrollo socioeconómico y la resiliencia frente al cambio climático para enfrentar los desafíos ambientales globales.

Autores:

  • Miguel Manchego

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Estrategias lúdico-pedagógicas ambientales para el manejo eficiente de residuos sólidos en el municipio de Solita-Caquetá

Introducción

La contaminación ambiental, es sin lugar a dudas un tema de sumo interés en Colombia y la Institución Educativa Rural Chontillosa Medio, no es ajena a la problemática que afronta el país, debido a que dentro y fuera de sus instalaciones se puede observar a los miembros de la comunidad del municipio de Solita Caquetá, arrojar “residuos sólidos en los contornos de la sede, en los potreros y lo más grave en las fuentes hídricas”; además, los educandos en sus ratos libres arrojan diversos residuos sólidos al suelo como son (tarros plásticos, bolsas plásticas, envolturas de alimentos, botellas plásticas, papeles y residuos orgánicos), generando entonces olores desagradables, y deterioro tanto al suelo como a las fuentes hídricas, lo que produce malestar e incomodidad en toda la comunidad educativa y habitantes del entorno.

Frente a lo anterior, en esta investigación, se planteó como objetivo desarrollar una estrategia lúdico –pedagógica ambientalista aplicada a la comunidad educativa, para ayudar a mitigar la problemática ambiental. En este sentido, los autores se suman a la lucha global por llevar a cabo acciones que generen un cambio positivo en las actitudes y comportamientos de las personas hacia el medio ambiente.
El deseo de un mejoramiento de la cultura ambiental en la sociedad, es una premisa que debe abordarse desde todos los ámbitos de la sociedad, es así como Martinez y Morejón (2018) manifiestan que la cultura ambiental, se refiere al concepción propia del ser humano, dándole una ubicación entorno al planeta, y no, como centro del mismo, entendiendo que la gestión responsable de los recursos naturales, necesita de un compromiso hacia el amor por la naturaleza, más allá de los beneficios adquiridos. En este camino, se abre puertas la educación ambiental, quien vendría a ser un vehículo de conexión entre la sociedad y el fomento de la cultura ambiental.

La educación ambiental, necesita de rutas que le acerquen de manera atractiva e innovadora a los estudiantes y la comunidad, siendo las estrategias lúdico pedagógicas, alternativas coherentes para tal fin, Sepúlveda y Agudelo (2012), sostienen que por medio de los recursos pedagógicos, es posible incentivar la sensibilidad en los estudiantes sobre la problemática creciente medioambiental, además se puede generar en los educandos un carácter reflexivo y crítico, logrando formar estudiantes y ciudadanos innovadores con visiones más alternativas y amables con el ambiente.

En consecuencia, en esta investigación se desarrolló una propuesta educativa ambiental, utilizando estrategias lúdico – pedagógicas, que permitieron una conexión asertiva entre estudiantes y comunidad de la I. E. Rural Chontillosa Medio del municipio de Solita Caquetá, con la naturaleza y su entorno, siendo este el camino a seguir para lograr un cambio sustancial en la cultura ambiental de esta población.

Metodología

La presente investigación se enmarca dentro del enfoque de investigación Mixto, debido a que se pretende mejorar la cultura ambiental de los estudiantes de la Institución Rural Chontillosa Medio; pues dentro de los instrumentos de investigación utilizados, se utilizaron encuestas y entrevistas, que usualmente se utilizan en el enfoque cuantitativo y cualitativo, respectivamente Viteri (2012). Además se utilizó la observación, para dimensionar el grado de receptividad de los participantes a la propuesta pedagógica planteada.

El diseño de investigación correspondió a Investigación Acción Participación (IAP), donde la población de estudio se compuso de de 23 veredas del municipio de Solita Caquetá, en las cuales habitan familias de campesinos que en la mayoría de los casos tienen 3 hijos por familia, los habitantes son provenientes en su mayoría de asentamientos o resguardos indígenas y afrodescendientes, dentro de esta población se encuentran los entes que conforman la comunidad de la I.E. Rural Chontillosa Medio, la cual se compone de 23 docentes y un rector, donde se aplicó la entrevista a 20 hogares para lograr realizar un diagnóstico inicial del grado de conocimiento que tiene la población sobre la gestión de los residuos sólidos.
Las encuestas fueron aplicadas a 26 estudiantes, 15 docentes de todas las áreas del conocimiento y 15 padres de familia, para un total de 56 personas encuestadas en la comunidad educativa de la I.E. quienes al tiempo fueron objetos de estudio y beneficiarios del proyecto. El análisis de los resultados se desarrolló por medio de sistematización con el diseño exploratorio secuencial, utilizando el software Microsoft Excel.

En el equipo investigador para la ejecución del proyecto “Estrategias Lúdico Pedagógicas Ambientales para el manejo eficiente de residuos sólidos en el municipio de Solita Caquetá” se tuvo en cuenta a la comunidad educativa de la sede la libertad y la junta de acción comunal (JAC), específicamente el proyecto se ejecutó y se desarrolló con los estudiantes de los grados 4° y 5° de la básica primaria de la I.E. En el desarrollo del proyecto se realizaron charlas, conferencias, acompañadas de videos, talleres de información, salidas de campo, jornadas de aseo y recolección, contando con el apoyo de personal idóneo, conocedores en cuanto al uso apropiado de los residuos sólidos.

Lo anterior, permitió que los participantes del estudio se sintieran como agentes activos en la investigación. En la propuesta pedagógica, fue de suma importancia las problemáticas sociales presentes en la comunidad relacionadas con la contaminación por residuos, y se tuvo en consideración, las apreciaciones de los estudiantes, docentes y padres de familia que participaron en la investigación, como material de insumo para el desarrollo de un proyecto educativo acotado las necesidades del contexto.

Resultados y discusión

3.1. Entrevistas

A continuación se aborda los resultados obtenidos, en relación a las categorías abordadas:

3.1.1. Convivencia y medio ambiente:
Se pudo evidenciar que la mayoría de los participantes al ser consultados sobre el medio ambiente y las prácticas que lo contaminan, relacionaron el ambiente con las plantas y los recursos naturales que ofrece la naturaleza, teniendo suma claridad de la utilidad que tiene el entorno en sus vidas, debido a que la mayoría se dedican a la agricultura, ganadería y la pesca, lo que implica un contacto diario con el ambiente, además manifestaron acciones destructivas hacia la naturaleza como la tala y quema de bosques, generación de residuos, utilización de insumos químicos y su mala disposición, arrojar desechos a las fuentes hídricas, entre otros. Estos resultados permitieron evidenciar que los habitantes de Solita – Caquetá, poseen un grado de conocimiento sobre las prácticas ambientales que no son amigables con el medio ambiente, en sus respuestas relacionaron actividades que se presentan en la vida diaria, direccionándolas con el entorno, muy especialmente aquellas son dañinas para el planeta.

Conforme a lo anterior, se puede observar que la mayoría de los entrevistados relaciona el cuidado de la naturaleza a la parte ecológica, además se pudo reconocer, cómo en su hogar el manejo de los residuos sólidos, es una variante que conocen en cierto grado, pero comentan, que practican la clasificación y reciclaje de residuos solo algunas veces, lo que permite deducir que falta profundizar en el conocimiento y la importancia del tema del manejo adecuado de los residuos sólidos y capacitar a los pobladores en temas que les permita comprender que el medio ambiente es todo lo que les rodea, y merece ser cuidado y valorado, en todas sus dimensiones.

El desconocimiento en temáticas ambientales y del cuidado de la naturaleza, ha sido puesto en manifiesto por investigadores como González (2020), quien en su estudio descubrió que habitantes de la región de Cajamarca, específicamente en la provincia de Chota, Perú desconocen muchos aspectos de conductas positivas frente a la naturaleza, por un fallo de cultura o por falsas creencias populares, lo que demuestra que en gran parte la problemática ambiental en las regiones es debido a la falta de conocimiento de los habitantes, muy especialmente en zonas apartadas, donde el acceso a la educación y servicios públicos es escaso.

Estos hallazgos, permitieron a los investigadores hacer un diagnóstico inicial, identificando la necesidad y aplicabilidad de una propuesta pedagógica a la comunidad y el entorno educativo del municipio de Solita, sobre el manejo y uso adecuado de los residuos sólidos. Es por tanto, que a partir de estos resultados se procedió al diseño y aplicación del proyecto pedagógico plasmado en esta investigación.

3.1.2. Concientización ambiental

Se pudo apreciar que la totalidad de los entrevistados sienten rechazo por las acciones que son dañinas a la naturaleza, atribuyéndolo en su mayoría a la falta de educación de los pobladores. Lo permite inferir que teóricamente las bases de amor y cuidado por la naturaleza están claras en los participantes del estudio; sin embargo, en la práctica muestran comportamientos poco amigables con el medio.

Frente a las acciones negativas hacia la naturaleza, que manifiestan los pobladores González (2017), concluyó que a medida que haya mejor gestión ambiental de parte de los entes gubernamentales de la región, se mejoran los niveles de conciencia ambiental en los habitantes, lo que favorece directamente el desarrollo de las poblaciones. Es por tanto, necesario el desarrollo de proyectos ambientales enfocados en la gestión de los residuos y el cuidado del ambiente, de parte de organismos estatales, muy especialmente en zonas apartadas, como es el caso del Corregimiento de Solita.

3.1.3 Cultura ambiental

Pese a que los entrevistados manifestaron que han tenido conocimientos sobre el cuidado del ambiente y buenas prácticas ambientales, muchas veces sus comportamientos continúan siendo inadecuados frente a la naturaleza. Lo que manifiesta que se hace necesario reforzar sus aprendizajes de cuidado y conservación del entorno y además sustenta la necesidad de desarrollar este tipo de propuestas investigativas, que están enfocadas en generar cambios comportamentales en las personas, para favorecer el cuidado del planeta.

En correspondencia con lo anterior, autores como Liñan (2020) y González (2020), desarrollaron propuestas de trabajo comunitario con localidades afectadas por la contaminación que generan los residuos sólidos, encontrando resultados positivos en el cambio de mentalidad de los participantes en el estudio y resaltando que muchas de sus acciones negativas hacia la naturaleza, correspondían en parte a su falta de conocimiento.

Estos hallazgos sustentan la realización de propuestas pedagógicas a las comunidades, orientadas en mejorar sus acciones hacia el ambiente, como es el caso de la gestión de los residuos sólidos, problemática que afecta a la población de Solita y sus efectos se reflejan en el entorno educativo, donde los estudiantes de la I. E. Rural Chontillosa Medio, aportan a la contaminación del medio ambiente con la generación y mala disposición de residuos.

La puesta en marcha de proyectos educativos para la promoción de la cultura ambiental y la generación de cambios hacia actitudes positivas con la naturaleza en los estudiantes, ha sido abordada en Colombia por investigadores como Bustamante; Cruz y Vergara (2017), Rengifo; Quitiaquez y Mora (2012), Briñez & Salazar (2017) y Pineda Y Pinto (2018), quienes desde diversas zonas del país, planeando y desarrollando diversas estrategias pedagógicas lograron desarrollar un trabajo práctico con los estudiantes en diversos ámbitos, descubriendo un alto grado de interés y de trabajo participativo en los jóvenes que fueron participes, logrando así despertar su amor por la naturaleza.

De este modo, se da sostén científico a la puesta en marcha del desarrollo de estrategias pedagógicas ambientales, para el manejo de los residuos sólidos, basado en el trabajo comunitario con los habitantes del municipio de Solita y los estudiantes de la I. E. Rural Chontillosa Medio, debido a que al entrevistar a los pobladores se denota la falta de conocimiento sobre este tipo de temáticas y además, también del desinterés hacia el cuidado y preservación del entorno.

3.2. Encuestas

Al consultar a los habitantes del municipio de Solita sobre su parecer en cuanto a la problemática ambiental de los residuos sólidos (figura 1), el 100% de los pobladores manifestó, que lo considera como una problemática ambiental grave de la comunidad, lo que demuestra que sienten interés y están conscientes de la gravedad que depara la situación, más sin embargo, han sido pocas las acciones que han realizado los habitantes del municipio por solucionar esta dificultad.

Poniendo de manifiesto la necesidad de adelantar acciones en pro de mejorar la cultura ambiental de los habitantes y la toma de acciones de parte de entes gubernamentales en el municipio, sobre estas problemáticas ambientales.

Fuente: Elaboración propia (2022).

Los pobladores de Solita, fueron consultados al respecto de la posibilidad de poner en marcha un macro proyecto, para promover la cultura ambiental desarrollado por entes gubernamentales, líderes comunales y la comunidad educativa, ante esto el 100% de los encuestados (figura 2), manifestaron creer que es posible mejorar la cultura ambiental y generar cambios en el comportamiento de los habitantes del corregimiento, lo que demuestra la buena voluntad de los pobladores para participar y desarrollar este tipo de propuestas ambientalistas.

Lo anterior, argumenta que es menester reforzar la aplicación de La Ley N° 27314, Ley General de Residuos Sólidos de la constitución política de Colombia, donde se contempla los alcances de los gobiernos locales y distritales, para el manejo y disposición adecuado de residuos, involucrando todo lo relacionado para su adecuación final, debido a que en esta se plantea no solo las acciones de manejo y disposición de los residuos, si no también, el hecho de implicar a las comunidades en todos estos procesos, con el objetivo de obtener mejores resultados y el proceso sea eficaz.

Además, los autores resaltan que el servicio de recolección de residuos, únicamente está disponible en el casco urbano del municipio de Solita, dejando por fuera de este servicio a las 23 veredas que le componen, donde por la falta de vías de acceso, el ingreso de camiones de recolección se dificulta, es por esto, que al hacer la consulta sobre la existencia del servicio de aseo y recolección de basuras a los pobladores de las veredas, su respuesta fue un 100% negativa, por tanto, es evidente la necesidad de gestión gubernamental en el municipio de Solita, condición que ayuda la mala disposición de los residuos, esta problemática ha sido registrada por investigadores como González (2020), quien registra dichas problemáticas en zonas apartadas y de difícil acceso.

Fuente: Elaboración propia (2022).

Por otro lado, al consultar a los estudiantes de la I. E. Rural Chotillosa Medio, sobre el factor que más favorece a la contaminación ambiental en el plantel educativo (Figura 3), los jóvenes manifestaron en un 60% la falta de conocimiento, seguido de la falta de interés (25%), lo que demuestra que los estudiantes son conscientes de la necesidad de reforzar su intelecto acerca de temáticas ambientalistas, muy en especial, sobre el manejo adecuado de los residuos sólidos.

Fuente: Elaboración propia (2022).

Cabe resaltar, que también reconocen que en parte, hay falta de interés sobre este tipo de temáticas, es por tanto, necesario emprender acciones educativas con prácticas pedagógicas didácticas, que resulten eficaces para incentivar en las nuevas generaciones el espíritu ambiental, como ha sido propuesto en este estudio y además también ha sido plasmado en otras investigaciones, donde cabe resaltar los resultados obtenidos por Pineda y Pinto (2018), quienes al llevar a cabo una propuesta educativa, de manera activa, involucrando a toda la comunidad en el desarrollo de actividades ambientales sobre el cuidado y preservación del ambiente, lograron observar un mayor interés y sentido de pertenencia por la institución y el territorio en los estudiantes, después del aplicación de la propuesta pedagógica.

Por otro lado, al preguntar a los estudiantes por malas prácticas ambientales, que evidencian en sus hogares, fue notable que los jóvenes deben presenciar en sus casas acciones negativas hacia el ambiente, ya que el 75% de los encuestados manifestó que la basura es quemada en el patio y el 100% comentó que se arrojan residuos al río Caquetá, desde sus hogares. Estas acciones, conllevan a los niños y niñas del corregimiento de Solita a repetir paulatinamente este comportamiento negativo hacia la naturaleza.

De este modo, se logra contrastar los anteriores resultados, con los alcanzados por Liñan (2020), quien determinó que gran parte del actuar negativo de las personas hacia el medio ambiente, responde en su mayoría al desconocimiento y a los hábitos que se han adquirido durante el transcurso de la vida, donde el actuar que se observa en casa, resulta ser un factor influyente.

En otro orden, al preguntar a los docentes, si consideraban el uso de juegos didácticos y charlas lúdico-pedagógicas como una buena herramienta educativa para fortalecer la conciencia ambiental de los estudiantes (figura 4), el 100% de ellos respondió positivamente, además de manifestar interés y el deseo de participar en la propuesta pedagógica ambiental. Estas consideraciones coinciden con las de los autores Rivera (2018) y Delgado y Gonzalez (2019), quienes promovieron la conciencia y el espíritu ambiental en estudiantes, utilizando métodos creativos y de participación activa, como fue el uso de huertas escolares, charlas, juegos etc. obteniendo resultados favorables.

Fuente: Elaboración propia (2022).

Finalmente, al implementar la propuesta pedagógica tanto en la I. E. como en la comunidad, los estudiantes y pobladores, se  ostraron activos y consecuentes con las actividades propuestas (Figura 5) (capacitaciones, charlas, talleres, conferencias, salidas de campo, jornadas de limpieza y recolección, conversatorios, juegos educativos etc), Por tal razón, los autores lograron identificar en los participantes del estudio, el deseo por aprender, fomentar y realizar los procesos necesarios para mitigar, conservar y mejorar el medio ambiente, enfocados en el manejo integral de residuos, resultó muy positivo el aporte de la junta de acción comunal, ya que por su rol en la comunidad, ejercieron un liderazgo positivo en los pobladores de las veredas, que propició la multiplicación de la información y del aprendizaje en la comunidad.

Figura 5. Imágenes del trabajo pedagógico realizado a la comunidad y estudiantes de la I. E. I.E. Rural Chontillosa Medio.

Por tal razón, la realización de esta investigación y el desarrollo de la propuesta pedagógica ambiental en el municipio de Solita, resultó ser una herramienta educativa de carácter transformador, que promovió en sus participantes, actitudes de conservación y cuidado del medio ambiente, aportando así un instrumento que conlleva al fomento del desarrollo sostenible comunitario.

Estos resultados contrastaron positivamente con los hallazgos de Rivera (2018), Delgado y Gonzalez (2019), Bustamante; Cruz y Vergara (2017), Rengifo; Quitiaquez y Mora (2012), Briñez & Salazar (2017) y Pineda Y Pinto (2018) quienes en sus investigaciones implementaron proyectos educativos didácticos, dándole relevancia en sus acciones a la lúdica y la práctica, para generar una conexión entre el individuo y la naturaleza. En este caso, se abordó la pedagogía desde el plano educativo escolar, hasta el comunitario, tomando participación activa de los pobladores de las veredas del municipio de Solita, teniendo en cuenta sus conocimientos iniciales y percepciones personales sobre el manejo de los residuos sólidos, para de este modo diseñar estrategias adaptadas al contexto y las posibilidades que tienen los habitantes.

Por último, estas estrategias pedagógicas son de gran importancia para adquirir los hábitos en los estudiantes y la comunidad en general, fomentando de una forma directa los procesos de preservación del medio ambiente, y la mitigación de las problemáticas ambientales. (Criollo y Ortega, 2015). De igual manera, una de las principales causas de la contaminación ambiental, es directamente la falta de conocimiento y cultura ambiental, del desarrollo de hábitos negativos con la naturaleza en la vida diaria de las personas, lo que facilita que se genere un deterioro significativo en el ambiente, por ello la necesidad de implementación de estrategias que generen conocimiento y fomento de la cultura ambiental en los ciudadanos, muy en especial en las nuevas generaciones (Beltrán, Martínez y Torrado, 2015).

Por otra parte, también es necesaria la acción y participación más cercana de los organismos estatales, para que así, desde la perspectiva dinámica de los recursos, los ciudadanos puedan acceder a los servicios públicos, de manera oportuna y consolidada con los parámetros legales y organizacionales del manejo de los residuos y la mitigación de la contaminación ambiental.

Conclusiones

Referencias bibliográficas

  • Briñez Jiménez, J. L., & Salazar Salazar, S. (2017). Estrategias didácticas para crear conciencia ambiental en los aprendices del Sena Cinaflup de Cartagena Bolívar.
  • Bustamante, Cruz & Vergara (2017). Proyectos ambientales escolares y la cultura ambiental en la comunidad estudiantil de las instituciones educativas de Sincelejo, Colombia. Revista Logos, Ciencia & Tecnología9(1), 215-229.
  • Beltrán Villamizar, Y. I., Martínez Fuentes, Y. L., & Torrado Duarte, O. E. (2015). Creación de una comunidad de aprendizaje: una experiencia de educación inclusiva en Colombia. Encuentros, 13(2), 57-72.
  • Criollo Burbano, M. G., & Ortega Jiménez, G. D. C. (2015). Estrategia pedagógica para el manejo adecuado de los residuos sólidos con estudiantes del grado quinto del municipio de el tambo-nariño.
  • Delgado Calvache, L. I., & González Chalapud, P. A. (2020). La huerta escolar como estrategia pedagógica para el fomento de la educación ambiental en la Institución Educativa Presbítero Gerardo Montoya de Amalfi.
  • González Díaz, Rodolfo Milton. 2020. Programa de Aprovechamiento de Residuos Sólidos Domiciliarios para promover la Conciencia Ambiental en los habitantes de la ciudad de Chota. Universidad Cesar Vallejo. Perú.
  • González Jiménez Rocío. 2017. Estudio Sobre La Conciencia Ambiental En Niños De Educación Primaria En Un Entorno Rural. Trabajo de Grado. Universidad de Valladolid. España.
  • Liñan Solís, Irma Liliana. 2020. Gestión ambiental y conciencia ambiental en la calidad de vida de los pobladores del P.J. Nuevo Perú, S.J.L. 2020. Universidad Cesar Vallejo. Perú. Tesis doctoral.
  • Martínez, M. P., & Morejón, N. Á. (2018). Análisis comparativo de las propiedades de la madera laminada y madera maciza utilizadas en las cubiertas de la Parada de Ómnibus: Parcela 19. Varadero. Revista Arquitectura e Ingeniería, 12(2), 4.
  • Pineda Rodríguez, R., & Pinto Vallejo, L. M. (2018). Estrategias didácticas en educación ambiental para el fortalecimiento de buenas prácticas ambientales (Master’s thesis, Escuela de Educación y Pedagogía).
  • Rengifo, B., Quitiaquez, L., & Mora, F. (2012). La educación ambiental una estrategia pedagógica que contribuye a la solución de la problemática ambiental en Colombia. XII Coloquio internacional de Geocrítica, 16.
  • Rivera Palacios, E. (2018). Aprendizaje de valores ambientales en los niños de preescolar la guerta escolar como estrategia para la educación ambiental. Bogotá. Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales, 2018.
  • Sepúlveda Gallego, L. E., & Agudelo Sepúlveda, N. A. T. A. L. I. A. (2012). Pensando la educación ambiental: aproximaciones históricas a la legislación internacional desde una perspectiva crítica. Luna Azul, (35), 201-265.
  • Viteri, N. C. (2012). La investigación mixta, estrategia andragógica fundamental para fortalecer las capacidades intelectuales superiores. Revista científica, 2(2).

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Créditos y autores:

  • Manuel Devia. Zootecnista y licenciado en educación  básica con énfasis en Humanidades y Lengua Castellana.
  • Ruben Dario Tombe Osnas

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El bosque bajo la responsabilidad legal de los pueblos indígenas en Bolivia

El incremento de la deforestación e incendios forestales provocados en el mundo está
agravando los efectos del cambio climático en los ecosistemas y medios de vida locales. El año 2019, Bolivia sufrió uno de sus mayores desastres ecológicos producido por la acción humana; el ecosistema de la Chiquitanía se incendió, afectando sobre todo áreas protegidas y comunidades indígenas. Este desastre, fue atribuido principalmente a la expansión de la agricultura y ganadería extensiva.

Amenazas para la conservación de los bosques y prevención de incendios forestales

Un estudio de la Autoridad de Fiscalizacion y Control Social de Bosques y Tierra–ABT, indica que la deforestación ilegal en el país alcanzó más del 50% de la deforestación total de los últimos 5 años, convirtiéndose en la mayor amenaza para la propagación de los incendios. (ABT, 2019).

Ademas, la Chiquitanía, determinada como inapta para la agricultura a gran escala por su importancia ecológica, alta vulnerabilidad climática y poca capacidad de uso de los suelos, se ve afectada ante la expansión de la frontera agrícola, destinada mayoritariamente para los monocultivos y la ganadería extensiva. Este avance precipita la degradación de los Bosques por la deforestación que implica y los riesgos a incendios que suma.

Prevenir y mitigar los incendios requieren de la adopción de medidas estratégicas por parte de los usuarios locales del Bosque, así como la promoción Estatal a alternativas productivas con mayores aptitudes en el territorio, como el manejo forestal comunitario, la agroecología y ecoturismo.

A pesar de lo que se cree, un aprovechamiento forestal responsable conlleva el compromiso de resguardar los Boques. La extracción de madera significa beneficios para las comunidades indígenas, lo que las insta a mantener el equilibrio ecológico en las áreas de intervención para lograr un aprovechamiento permanente por años. Al tener la tutela de los Bosques y ser los principales usuarios de los mismos, los pueblos indígenas tienen un gran interés por resguardarlos.

Planes de Manejo Forestal Comunitario

Un Plan de Manejo Forestal Comunitario es un instrumento técnico-legal para el aprovechamiento sostenible de los Boques que las Organizaciones Forestales Indígenas aplican hace décadas en Bolivia. Este plan implica cortar árboles maderables, dejando las especies no maderables o sin interés comercial en pie. De estas especies maderables seleccionadas, solo se tumban árboles con el diámetro apto para aprovechamiento, respetando los retoños y árboles jovenes. Ademas, de la porción de árboles aptos solo se aprovecha el 80%, dejando el resto de árboles como semilleros, los cuales perpetúan la especie y mantienen sus funciones ambientales. Sumado a ello, las Organizaciones Forestales Comunitarias reconocen la importancia de proteger las cuencas hidrográficas para mantener la humedad del Bosque y proteger la fauna silvestre quien es la principal dispersora de semillas.

Bosque conservado en la Chiquitanía. Paisaje bajo Manejo Forestal Comunitario.
Fotógrafo: Miguel Manchego

Anacleto Peña, cacique general de la Central Indígena de Comunidades Originarias de Lomerío, indica que los Planes de Manejo Forestal Comunitario fortalecen la propia gobernanza territorial, al generar el deber de monitorear desmontes no autorizados, focos de calor y otras actividades que puedan afectar la integridad del bosque, principalmente resguardando sus territorios y combatiendo los efectos del cambio climático.

El Aprovechamiento Forestal Comunitario, una corta fuegos efectivos.

La actividad forestal en la región Chiquitana, se vio afectada en gran medida a partir del 2019. Dos de sus áreas con mayor producción maderable, la TCO Lomerío y el municipio de San Ignacio de Velasco sufrieron incendios, la primera con más del 30 % de su superficie afectada y la segundo con más del 20%, entre ambas suman más de 1 millón de hectáreas afectadas. (2021, Licona et al)

A pesar de ello, las comunidades que basan su sistema de vida en el aprovechamiento forestal presentaron un escenario positivo, ya que justamente los bosques bajo un Plan de Manejo Forestal Comunitario tuvieron una baja susceptibilidad al fuego. El menor riesgo en la iniciación y propagación de incendios fue debido a no estar expuestos a factores externos como áreas agrícolas, asentamientos poblados y caminos.

Plan de Manejo Forestal Ascensión. Organizacional Forestal Indígena de Guarayos fiscalizando áreas de aprovechamiento forestal.
Fotógrafo: Miguel Manchego

Licona, miembro del Instituto Boliviano de Investigación Forestal, indicó que el acceso al uso del Bosque por parte de las comunidades indígenas bajo normativas legales, incide directamente en la conservación del bosque, ya que promueve y brinda seguridad jurídica para un buen manejo y protección de los mismos.

Planes de Manejo Forestal Comunitario como mecanismo para conservar los bosques

Una experiencia positiva del aprovechamiento forestal en Bolivia, se desarrolla en el territorio indígena de Guarayos, donde la deforestación en bosques bajo planes de manejo activos es baja, con una proporción menor al 0,5% del área total. En contrapartida, se constata una tendencia al cambio de uso del suelo en las áreas sin planes de manejo forestal o inactivas, las cuales tiene una afectación mayor al 20% de su superficie. (2021, Quiroga et al) En ese sentido, Alfredo Moirenda, presidente de la Asosiacion Forestal indígena de Guarayos indica que estan respetando las normativas para el uso del bosque, asegurándose que haya una regeneración natural del mismo.

Las disputas y conflictos por la tierra amenazan la existencia de muchos territorios indígenas, especialmente en zonas como Guarayos y la Chiquitanía donde la expansión de actividades agropecuarias y nuevos asentamientos presionan por convertir los Bosques en tierras agrícolas o de pastoreo. Sin embargo, tomar efectivamente el control territorial apropiándose de las condiciones que les brinda un Plan de Manejo Forestal, permitiría a las comunidades indígenas frenar la presión sobre su territorio y exigir al Estado el cumplimiento de sus propias normas.

Territorio Comunitario de Origen Lomerío. Mujeres indígenas Monkoxi censando el Bosque para un futuro aprovechamiento forestal.
Fotógrafo: Miguel Manchego

Según la normativa, los Planes de Manejo Forestal destinan 20 años para un ciclo de corta escalonada, por lo cual un Bosque bajo aprovechamiento forestal estaría este periodo de tiempo resguardado sin alterarse como tierras para la agricultura o ganadería. Luego del ciclo, el área del primer escalón estaría renegada naturalmente para un nuevo aprovechamiento, convirtiéndose en un proceso sostenible, es decir, la superficie de Bosque podría conservarse a perpetuidad.

Revitalizar el sector forestal en Bolivia puede incrementar los beneficios para el conjunto de poblaciones locales que aprovechan el Bosque de forma comunitaria, manteniendo sus múltiples funciones ambientales, económicas y culturales, favoreciendo con ello también a considerar al Bosque como un valor tangible a conservar. Por lo cual, sería conveniente que las instituciones estatales con tuición sobre el acceso y uso de recursos naturales de Bolivia, consoliden el manejo forestal como una actividad productiva relevante. Así como hacer respeta la categoría de uso del suelo al momento de otorgar derechos agrarios y planes de desmontes.

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Bibliografía:

  • Licona, J. C, Peña, M., Soriano, M., Baldiviezo, J.P. 2021. Afectación de los incendios 2019 en dos tipos de bosques en la Chiquitanía. IBIF, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.

  • ABT 2019. Audiencia Pública ABT – Gestión 2019: Informe de resultados obtenidos.

  • Quiroga, E., Gómez, H. & Guevara. A. 2020. Manejo forestal activo como herramienta para evitar deforestación en la Provincia Guarayos (Santa Cruz, Bolivia). Instituto Boliviano de Investigación Forestal, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. 41 p.

Autores:

  • Miguel Manchego

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Cambio climático (que difícil es ser optimista)

Crédito: halfpoint – Envato

El cambio climático:

El cambio climático ha ocurrido desde el origen mismo de la Tierra, marcando en cada suceso una suerte de selección natural. En la actualidad somos conscientes como especie que los efectos del cambio climático son cada vez más severos, y que quizás la naturaleza nos esté preparando para la próxima gran selección natural, en la cual la humanidad quedaría extinguida.

Este escenario nos tiene que movilizar para pensar la realidad de la especie desde una mirada filosófica, ontológica, más allá de lo técnico o científico, pensar en el tipo de especie que deberíamos ser: ¿una especie que subsista tratando de ganarle a las catástrofes naturales?, ¿una especie dominadora de mundos que vaya depredando de planeta en planeta?, ¿una especie en armonía con el universo y que luche por lograr y mantener el equilibrio con la naturaleza?, ¿qué especie queremos ser? A mi entender la raza humana aún no está preparada para pensar, proyectar y actuar a ese nivel.

La problemática actual con el cambio climático se presenta básicamente en el aumento del efecto invernadero. El efecto invernadero esencialmente es la capacidad que tiene la atmosfera terrestre de mantenernos protegidos y regular la temperatura del planeta para que la vida en La Tierra sea posible. Los gases nocivos para el ambiente, como el CO2, acumulados en la atmosfera provocan que ese efecto se desequilibre y la temperatura del planeta aumente. Estamos cerca de lo que llaman “el punto de no retorno”, en el cual el aumento de temperatura provocará desequilibrios irreversibles con consecuencia nefastas.

¿Es realmente tan malo el cambio climático?

El aumento desproporcionado de los efectos del cambio climático, en especial el aumento de la temperatura del planeta causa desequilibrios inmensos con consecuencias terribles: aumento de la mortalidad por olas de calor, apariciones de epidemias donde antes no había, inundaciones, migraciones de población, falta de suministro de agua potable, aguas contaminadas, sequías, falta de alimentos, extinción de especies animales y vegetales, un total desequilibrio de los ecosistemas más variados.
A cada efecto del cambio climático le sucede una tragedia social, derretimiento de hielos que provocan inundaciones, sequías extremas que provocan incendios y falta de alimentos, formación de tornados y huracanes que destrozan poblaciones.
Debemos entender que con la naturaleza no se negocia, en esta contienda no somos los que dominan, somos los dominados.

Crédito: Pilat666 – Envato

Al mismo tiempo estos efectos desmedidos cambian los modelos de producción y de consumo, atentando contra la supervivencia de la especie.
Para los tomadores de decisiones, estos eventos extremos (inundaciones y sequías) son “calamidades ocasionales”, no se hacen cargo de que estos eventos son causados por sus actos o su inacción.

Hoy la tecnología nos permite monitorear el planeta y hacer modelos de pronósticos para pensar en futuros escenarios y soluciones. El ser humano deberá buscar la forma de adaptarse, de seguro podrá hacerlo, ya lo ha hecho antes. La lucha contra el cambio climático tiene dos objetivos importantes: preservar los recursos y procesos naturales y preservar la especie humana, todo lo que se haga para lograr un objetivo no debe ir en desmedro del otro.

Viendo las consecuencias devastadoras del cambio climático cabe preguntarnos, ¿por qué a poca gente le importa?

¿Quién es el culpable?

Salta a las claras que fue la acción del ser humano, con sus modelos de producción y consumo, la que nos puso en esta situación extrema.
Sin embargo, la sociedad en su conjunto (ciudadanos y estados), levanta su dedo acusador contra el individuo común, devenido en el “nuevo ser ecológico”, aquel que no desperdicia el agua en el baño, el que apaga las luces cuando no las usa, el que recicla, reduce y reutiliza, el que va al super con su bolsa, el que separa la basura y el que es respetuoso del medio ambiente. Mientras esto sucede, mientras todos asumimos la culpa e intentamos ser cada vez mejores seres ecológicos, los grandes responsables (empresas y estados) explotan la naturaleza hasta agotar sus recursos y como resultado de ello contaminan el planeta. El no querer ver a los grandes responsables es una decisión política y económica. El efecto es enorme y es doble, se reducen los recursos disponibles y se contamina el planeta. No nos conformemos con el “algo están haciendo”, esa acción debe ser interpelada.

Una construcción colectiva:

El ser ecológico es parte de una sociedad en la cual están también los grandes responsables. Esta sociedad debe regirse por políticas y leyes que se apliquen eficientemente a todos por igual y que tengan una sinergia con la naturaleza, sinergia muy bien representada por las 4 leyes de la ecología pensadas por Barry Commoner:

  1. Todo está conectado con todo lo demás: lo que afecta a uno afecta a todos.
  2. La naturaleza es más sabía que nosotros: Lo que la naturaleza no inventó es porque naturalmente no le dio resultado. El ser humano ha modificado la naturaleza en detrimento de la naturaleza misma (monocultivo, represas).
  3. En la naturaleza no hay tenedor libre: los recursos no son ilimitados.
  4. Todo va a parar a alguna parte: En la naturaleza no existe el concepto de residuo, es un concepto social humano, no hay un afuera donde sacar la basura.

En este contexto social el ser ecológico es necesario; pero no es suficiente, los millones de granitos de arena quizás no alcancen para revertir el cambio climático; se volverán suficiente solo cuando las buenas políticas se implementen y comiencen a dar resultado a nivel global. No obstante, creo en lo personal que cada aporte que hagamos en pos de la mejora del planeta no será en vano, no solo evitamos el daño, nuestra conciencia humana estará más tranquila.

Es una ironía pensar que los recursos que depredamos (petróleo, monocultivo) son más valiosos que el recurso más vital, el oxígeno que respiramos.

La parábola de la rana hervida:

Una antigua parábola señala que, si se coloca una rana dentro de una olla con agua hirviendo, la rana saltará, un reflejo instintivo para salvar su vida; pero si se coloca la rana dentro de la olla con agua al natural y se la calienta lentamente, la rana no notará los cambios de temperatura y se irá adaptado al cambio progresivamente. Al cabo de un tiempo habrá muerto hervida, no tuvo la capacidad para saltar a tiempo y salvarse. Esto en realidad es una falsa adaptación, recordemos que la rana muere. Hubiese sido una adaptación exitosa si la rana hubiese saltado a tiempo evitando su muerte.

En la actualidad, nosotros, la humanidad, somos la rana, y el recipiente que se va calentando es el planeta, y nos vamos adaptando de a poco al cambio climático sin vislumbrar el peligro que tenemos por delante.

Crédito: Mika Baumeister – Unsplash

La especie humana tiene una dicotomía intrínseca, salvamos especies de su extinción al mismo tiempo que atentamos contra las fuentes de recursos que nos aseguran la supervivencia, somos tan idiotas como especie que somos la misma rana que prende el fuego y luego salta dentro de la olla.
Una pregunta ronda en mi cabeza: ¿estamos a tiempo de bajar el fuego, o de saltar?

Pensando en soluciones:

Las soluciones eficientes solo se logran a partir de información confiable, información que obtenemos de los centros de investigación y sus modelos climáticos.
Debemos exigirles a los tomadores de decisiones que lo hagan basándose en esa información confiable, y no en especulaciones políticas o económicas. Ellos deben convencerse de que el futuro bienestar de la población, en la que ellos están incluidos, debe estar relacionado principalmente con la salud y no con la mayor producción de riquezas.

Los tomadores de decisiones deberán pensar en una sociedad integral y en armonía con la naturaleza: modelos de producción y consumo, salud, trabajo, defensa y gestión de recursos, integrando al mismo tiempo distintas disciplinas en los modelos de enseñanza, aprendizaje, formación y capacitación profesional. Cuestiones técnicas vinculadas con cuestiones sociales y humanas (ingeniería con psicología y sociología). La evolución de la especie humana debe circunscribirse en ese contexto.

Hoy la tecnología no nos permite implementar soluciones globales a gran escala. Mientras tanto, lo que podemos plantearnos es hacer menos vulnerables los sectores que hoy lo son. Las personas de bajos recursos, económicos o el que fuera, quizás no tengan la opción de migrar hacia zonas menos peligrosas.

Las soluciones que surjan deberán resolver la situación actual al mismo tiempo que eviten que se siga potenciando el cambio climático.

Si se continua sin hacer mucho indefectiblemente se llegara al punto de no retorno. Hoy vemos que el borde del precipicio se nos acerca; pero estamos a tiempo de no caer.

Un mensaje claro.

No tiene mucho sentido inundar a la sociedad con datos e información que no sabría como procesar, es más efectivo que la sociedad y los tomadores de decisiones tomen conciencia a partir de un mensaje claro y conciso, “el calentamiento global nos va a matar”.

Las nuevas generaciones tienen la chance de marcar el cambio necesario, serán ellos los próximos tomadores de decisiones, el desafío que hoy ellos presentan es si habrá algo sobre lo que decidir cuando les toque hacerlo. Ellos no tendrán tiempo de discutir el cambio climático estarán ocupados lidiando con sus efectos.

Crédito: Ehimetalor Akhere Unuabona- Unsplash

Como bien dice Greta Thumberg, los dirigentes y tomadores de decisión no tienen derecho a hacernos esto.

El clima ha cambiado, nosotros deberíamos hacer lo mismo. “El compromiso es lo que transforma una promesa en realidad.”

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Créditos y autores:
  • Marcos Lanzavecchia: Director Técnico – Responsable de QA Testo Argentina – Laboratorio N.º 48 de la red INTI

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Greenwashing: Las apariencias engañan

Durante los últimos años, las estrategias dirigidas a concienciar a la población acerca del cambio climático y el calentamiento global han dado buenos resultados. Y es que, al menos desde la ciudadanía, y como consumidores, hemos iniciado a dar pequeños pasos en dirección al reciclado y a la disminución de nuestra huella de carbono.

Asimismo, las grandes y pequeñas empresas parecen haberse concienciado. Sin embargo, muchas apariencias a veces nos engañan. Sucede que, en algunos casos, lo que parecen cambios dirigidos a velar por el medio ambiente son en realidad subterfugios que se aprovechan de esa concienciación ciudadana para conseguir alguna ventaja o beneficio económico. Esto es lo que se conoce como Greenwashing.
No es un término nuevo. Según la Enciclopedia de Responsabilidad Social Empresarial, el ambientalista Jay Westerveld acuñó esta palabra en un ensayo de 1986 para referirse a la industria hotelera que promovía que los huéspedes reusaran las toallas como medida de cuidado del medio ambiente cuando en realidad el objetivo era ahorrar. El término combina las palabras green (verde) y whitewash (tapadera).

Los patrones más comunes de Greenwashing incluyen a empresas que intentan aprovechar ciertas palabras de moda en los anuncios y en las etiquetas de sus productos como, por ejemplo, «sostenible», «ecológico» y «natural». Esta práctica va en detrimento directo de la empresa si los consumidores consiguen profundizar un poco más y descubrir la verdad, lo que no sucede con tanta frecuencia como podríamos pensar.

Crédito: Brian Yurasits – Unsplash

La única forma de discernir la realidad detrás de las afirmaciones es educarse sobre cómo se usa el Greenwashing. Se ha demostrado que las iniciativas ecológicas benefician a las empresas, sin embargo, pocas situaciones pueden jugar un papel negativo a una empresa tan rápidamente como las iniciativas ecológicas falsas. Malas prácticas como el Greenwashing también afectan a los negocios, que deben tener en cuenta varios riesgos: hoy en día, muchas ONG están observando con mucha atención el trabajo de las empresas y los consumidores son mucho más conscientes de las prácticas de la empresa con respecto al entorno. Dichas maniobras tampoco han pasado desapercibidas por el sector científico, quienes este año pusieron en evidencia por primera vez un informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático las estrategias de desinformación. “Quién domina el debate en los medios de comunicación, y lo abierto que puede ser ese debate, es algo que varía significativamente entre los países en función del poder material y tecnológico de los participantes. En países como Australia y Estados Unidos, las empresas de combustibles fósiles tienen acceso privilegiado a los medios a través de la publicidad, moldeando la narrativa de las informaciones de los medios y ejerciendo influencia política” declara el informe del IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change 2022). En paralelo, más de 500 científicos firmaron también una carta solicitando a las agencias de relaciones públicas y de publicidad que dejen de trabajar con empresas de combustibles fósiles y que dejen de difundir desinformación sobre el clima. Es la primera vez en la historia que se unen tantos científicos para denunciar el papel de las empresas de relaciones públicas y de publicidad en la crisis climática actual. Existen innumerables casos históricos de greenwashing, por lo que surgen nuevas preocupaciones a medida que se estrecha el cerco en las prácticas insostenibles de las grandes empresas. Las estrategias de descarbonización de las empresas para lograr la neutralidad de emisiones en el año 2050 pueden convertirse en un nuevo foco para el llamado lavado verde.

Crédito: Marek Piwnicki – Unsplash

La ONU es consciente de ello, y para responder a los retos del ‘greenwashing’ ha designado este año un grupo de 17 expertos internacionales encargados de supervisar y asegurar la rendición de cuentas de las estrategias Net Zero en empresas, instituciones financieras y gobiernos locales y regionales.

Casos evidentes de Greenwashing

Una de las principales estrategias que utilizan algunas compañías para convencernos es algo tan simple como el color. Asociamos lo verde con lo sostenible y, por eso, si repentinamente cambian su apariencia y se tiñen de esta tonalidad podemos pensar que se han pasado a un estilo de producción más sostenible.
Una petrolera que cambia toda su imagen a tonalidades verdes y utiliza logos que remiten a formas de la naturaleza, una gran empresa gubernamental que alienta el fin de la comunicación impresa utilizando argumentos falsos sobre la sostenibilidad o una empresa de venta de café que anuncia una nueva tapa para sus vasos descartables.

Cómo evitar ser víctimas del Greenwashing

El greenwashing se manifiesta de varias maneras, y para ser claros, a menudo sucede involuntariamente con las mejores intenciones, pero sin la debida previsión o estrategia.
Parte de las prácticas que podemos asimilar cotidianamente de cara al consumo de productos deberían ser las siguientes:

  • Leer atentamente las letras pequeñas de los envases. El empaquetado puede revelar todo tipo de información sobre cuán ecológico es realmente un producto. Por ejemplo, el producto puede ser empacado en cartón 100% reciclado, pero ¿qué pasa con los ingredientes o componentes del producto real contenido en él? Toma en cuenta que muy pocos productos son 100% ecológicos.
Evitar productos que hagan afirmaciones irrelevantes, como «libres de CFC» (los CFC-clorofluorocarburos- están prohibidos hace más de 20 años).
  • Biodegradables y su fin. Los productos biodegradables son aquellos que se descomponen cuando se exponen a la luz solar, el aire, la humedad, ciertas bacterias u otros organismos. Sin embargo, la mayor parte de la basura termina en vertederos que evitan el contacto de los residuos con estos elementos. Esto evita contaminar el ambiente, pero retrasa el proceso de descomposición. Por eso, una empresa no debería decir que es biodegradable a menos que explique cuánto tiempo le va a llevar el proceso y en qué medida se degradará.

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Créditos y autores:
  • Diego Scaravaglione

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Educomunicar la crisis climática

La responsabilidad social de los medios de comunicación con respecto a la crisis climática es indudable, como también lo es su contribución a la Education for Environmental Citizenship, que busca desarrollar en la ciudadanía las competencias necesarias para una implicación cívica activa y crítica en este problema de dimensiones globales.

Sonia Parratt, María Ángeles Chaparro, Montse Mera y Javier Mayoral han creado una guía con el objetivo de fomentar una cobertura mediática del cambio climático desde la perspectiva de la educomunicación, término que alude a promover el conocimiento, el interés y la implicación de la sociedad frente al problema climático. La guía contiene estas recomendaciones dirigidas a responsables de medios de comunicación y a periodistas:

  1. Promover que la crisis climática se trate como un tema transversal incrementando su presencia en todas las secciones de los medios, puesto que sus efectos son multidimensionales.
  2. Recurrir más a géneros interpretativos y aumentar tanto la información propia frente a la procedente de agencias como el uso de fuentes científicas frente a las institucionales.
  3. Poner en contexto el fenómeno climático y hacer más hincapié en sus causas y en la responsabilidad del ser humano, no solo en sus efectos ya irreparables, para evitar el catastrofismo.
  4. Cuando sea necesario transmitir cuestiones técnicas o abstractas, incluir explicaciones sencillas y utilizar ejemplos ilustrativos.
  5. Ofrecer más información de proximidad, que ayuda a relacionar el problema climático con el entorno más cercano y a tomar conciencia de la necesidad de introducir cambios en los hábitos cotidianos.
  6. Priorizar, cuando sea posible, el periodismo constructivo o de soluciones mediante enfoques más positivos que catastrofistas. Es decir, transmitir que “todos/as podemos hacer algo”.
  7. Ofrecer orientaciones concretas sobre cómo actuar de forma individual frente al fenómeno climático: “qué puedo hacer yo”.
  8. Aprovechar las herramientas que ofrecen las nuevas tecnologías para presentar contenidos de formas novedosas, como recursos multimedia y formatos interactivos.
  9. Incrementar la actividad en redes sociales, donde los periodistas consiguen un gran número de interacciones con respecto al tema climático y, por tanto, pueden desempeñar un importante rol educomunicador.
  10. Ofrecer a los periodistas oportunidades de formación y especialización en la materia, dada la complejidad y la envergadura de la crisis climática.
  11. Mejorar el contacto y el diálogo con investigadores que estudian la comunicación del cambio climático.

El contenido de esta guía forma parte del proyecto Cambio climático y participación social: la contribución de los medios de comunicación y sus redes sociales a la implicación ciudadana (PR108/20-21), dirigido por Sonia Parratt y financiado por Santander-Universidad Complutense, cuyos resultados principales se recogen en el libro Educomunicar el cambio climático. Contribuciones desde los medios de comunicación (Tirant lo Blanch, 2022).

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Créditos y autores:
  • Sonia Parratt

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Periodismo ambiental: ¿qué es y cuál es su importancia en la actualidad?

El origen del periodismo se puede remontar hasta el siglo XVI e incluso hoy continúa siendo una parte crucial de la sociedad, especialmente en este mundo globalizado e interconectado. De este modo, su misión es reportar sobre los eventos actuales y cómo estos afectan la sociedad.

Así, entre las problemáticas más apremiantes hoy en día están el cambio climático, los desastres naturales, la escasez de agua y recursos, así como el peligro de extinción de numerosas especies.

En este sentido, cada vez más profesionales optan por un grado en periodismo con un enfoque ambiental, con el objetivo de actualizar sus conocimientos sobre las situaciones actuales, pudiendo informar de manera más rigurosa sobre sus consecuencias y posibles soluciones.

¿De qué se encarga exactamente el periodismo ambiental?

En su concepción más básica, un periodista ambiental es aquel que se encarga de reportar lo que está sucediendo en el medioambiente, especialmente desde una perspectiva del impacto humano sobre este.

Así, entre las temáticas que aborda el periodismo ambiental se encuentran la crisis climática, las políticas de medioambiente de diferentes gobiernos, el trabajo de ONGs para mejorar la situación actual y la protección de la flora y fauna, entre otros.

Teniendo en cuenta lo anterior, su objetivo principal es investigar y reportar sobre todas las problemáticas que afectan el ecosistema y el papel de las grandes industrias en este.

Sin embargo, las prácticas ilegales de caza, extracción de recursos y las mafias alrededor de las mismas han convertido esta profesión en una de las más arriesgadas. De acuerdo con el portal de noticias EuroNews, durante la última década han sido asesinados al menos 30 reporteros ambientales.

Tan solo en diciembre de 2021, el periodista pakistaní Nazim Jokhiyo fue asesinado por reportar la caza ilegal de pájaros protegidos.

De este modo, cada vez más organizaciones, entre las que se encuentra Reporteros sin Fronteras, se han unido para proteger a los periodistas ambientales, difundiendo su trabajo con el objetivo de educar y concienciar al público, así como para demandar responsabilidad por parte de los organismos reguladores.

¿Cuál es la importancia del periodismo ambiental?

A pesar de que el activismo ambiental apareció desde el siglo pasado, no ha sido sino en los últimos 10 años cuando la sociedad ha empezado a notar los efectos del cambio climático. Un ejemplo de esto es la reciente ola de calor en Europa y los incendios en Australia.

En este escenario, el periodismo ambiental juega un papel clave en la conciencia social. Otra de sus funciones importantes es hablar de la injusticia que prevalece en los países productores de materias primas o también llamados “en vías de desarrollo”.

Asimismo, la labor investigativa sobre las políticas gubernamentales y las estrategias de empresas multinacionales es menester ya que, en muchos casos, estos datos son de difícil acceso o no se difunden de manera transparente desde los organismos.

Si algo ha demostrado la historia es que la educación es una poderosa herramienta al momento de ofrecer soluciones. A nivel mundial, se está trabajando por mejorar la situación de recursos naturales, la contaminación y la crisis climática y una parte decisiva de estas soluciones radican en el periodismo ambiental.

Desafíos actuales del periodismo ambiental

Además de ser un trabajo caracterizado por los múltiples riesgos a los que se enfrentan los periodistas, se han destacado dos dificultades principales. Por un lado, la divulgación científica requiere de una especialización previa para poder transmitir la información con veracidad. Así, los programas actuales de periodismo ambiental han orientado sus planes de estudio hacia la investigación científica, dotando a los profesionales de las herramientas necesarias para comunicar los datos de manera rigurosa, pero utilizando un lenguaje cercano.

Por otra parte, existe un acceso limitado a la información sobre los responsables de la explotación inapropiada del medioambiente, así como del papel de los gobiernos en esta. De esta forma, en ocasiones la labor del periodista puede verse frustrada e incluso sometida al tráfico de influencias, convirtiéndose en un auténtico reto periodístico.

Aun así, se espera que siga obteniendo relevancia el trabajo de los reporteros ambientales y que la sociedad, junto con los gobiernos, generen un cambio radical en su relación con el medioambiente para afrontar la crisis actual.

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Créditos y autores:
  • María Fernanda Motta Tacchella

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Cuatro países Latinoamericanos anunciaron más áreas protegidas marinas

Altice Arena: donde se realizó la segunda Conferencia del Océano de Naciones Unidas Patricia Figueiredo Becaria Earth Journalism Network (EJN)

Si algo quedó claro para todos los participantes fue que solo un océano sano con abundante biodiversidad marina y costera podrá sostener la vida en la tierra y ayudar a frenar el cambio climático.

El océano tiene una importante función en la mitigación del calentamiento global al capturar carbono en grandes cantidades gracias a sus organismos marinos.

Manglares, marismas y algas contribuyen entre un 50% y un 70% en el secuestro de carbono de la atmósfera, que luego es depositado en los sedimentos marinos, según se explica en el documento de Unesco “Carbono Azul” publicado en 2019.

Una de las estrategias para favorecer la sanidad de los mares alrededor del mundo es lo que coloquialmente se conoce como 30×30. Lograr la protección de al menos el treinta por ciento del hábitat tanto terrestre como marino para el año 2030. Una demanda apoyada en la ciencia, reclamada por las organizaciones civiles, y que logró anuncios y compromisos entre algunos países presentes en la conferencia.

“Proteger al menos el 30% del hábitat marino para 2030 es una meta que resulta paradójica”, expresó el experto en políticas oceánicas internacionales el chileno Maximiliano Bello en una entrevista para Argentina realizada en el Altice Arena, donde se efectuó la conferencia. Bello, que estuvo presente por la organización Mission Blue, se refiere a que este objetivo de preservación aún debe ser revisado y aprobado en la segunda parte de la décimoquinta reunión plenaria de la Conferencia de las Partes de la Convención sobre Diversidad Biológica (COP15) de las Naciones Unidas a realizarse en Canadá en diciembre del 2022. Según el Registro mundial de especies marinas, en el océano habitan alrededor de 238 mil conocidas y hay un 91% que no fueron aún descritas por la ciencia.

Las áreas marinas protegidas son necesarias para recobrar los ecosistemas marinos dañados porque posibilitan procesos de conexión entre ellos. Son las autopistas por donde transitan los organismos de los mares desde los más pequeños como el krill hasta los grandes mamíferos como las ballenas. También permiten que se regeneren poblaciones de peces diezmadas por la sobreexplotación pesquera.

Esta rehabilitación del océano es absolutamente necesaria para las comunidades costeras que viven únicamente de esos recursos.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) cuatroscientas noventa y dos millones de personas en el mundo dependen de la pesca a pequeña escala para subsistir. “Los pescadores de pequeña escala o artesanales pescan con embarcaciones pequeñas en las cercanías del puerto donde zarpan”, contó Cristina Pita investigadora del Centro de Estudios Ambientales y Marinos (Cesam) de Portugal. “Si el recurso se extingue, el impacto en la vida de esas familias o comunidades es enorme”, explicó durante un taller organizado por la Earth Journalism Netwok de Internews y Diálogo Chino en un hotel céntrico de Lisboa.

Durante los cinco días que duró la conferencia del Océano, cuatro países latinoamericanos con costa sobre el Océano Pacífico: Panamá, Ecuador, Costa Rica y Colombia, anunciaron la concreción y puesta en marcha de más áreas marinas protegidas. “Los cuatro países alinearon visiones sustentadas en lo que la ciencia ha venido reflejando” dijo Bianca Dager, Viceministra de Ambiente de Ecuador en una entrevista luego de la finalización de uno de los eventos paralelos que se llevó a cabo en la mañana del último día de la cumbre.

Bianca Dager, Viceministra de Ambiente de Ecuador. Crédito: Lucy Calderón Pineda Mentor Earth Journalism Network (EJN)

“Lo más valioso de las cumbres es lo que pasa afuera de las plenarias principales donde las reuniones bilaterales entre los países permiten acelerar decisiones que de otra manera llevarían mas tiempo”, reflexionó.

“El unir y reconocer entre los países la existencia de corredores marinos permite realizar acciones conjuntas” expresó Maximiliano Bello, uno de los impulsores del Acuerdo del Pacífico que se cerró en la Cumbre de las Américas en California, Estados Unidos en junio pasado. “Los países no solo debe prometer, deben tomar acción y entrar en la sana competencia de quién cuida más para restaurar los ecosistemas, esta es la ambición”
concluyó.

Esta historia se produjo gracias a la beca otorgada por la Earth Journalism Network de Internews, con el apoyo de la Fundación Calouste Gulbenkian en su rama de Gran Bretaña.

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Créditos y autores:
  • Gabriela Vizental